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Campus Polígono Sur. Hacia una inversión simbólica (2020)

La segunda edición del Campus Polígono Sur, que se realizó entre el 18 y 27 de noviembre de 2020, se adentra en la comprensión de algunas expresiones de las culturas populares (historietas, graffiti, ilustraciones, cartelería o fanzines) en sus zonas de fluctuación, conexión y de antagonismo con otras experimentaciones que se han dado y se dan en la cultura contemporánea.

Al mismo tiempo, se convocan unos talleres con el objetivo de producir trabajos, acciones que cuestionen las visiones consensuadas y estereotipadas que tenemos sobre la cultura; que rompan con los modos de acercamiento tradicional; que construyan procesos de “inversión simbólica”, es decir, que contradigan, deroguen, presenten una alternativa a los códigos culturales, los valores y las normas comúnmente mantenidos.

Hacia una inversión simbólica

«La auténtica creación cultural depende para su existencia de una auténtica vida colectiva, de la
vitalidad de los grupos sociales ‘orgánicos’, cualquiera que sea su forma

Frederic Jameson
Lo que es periférico socialmente suele ser central simbólicamente”
Peter Peter Stallybrass y Allon White

Para Peter Stallybrass y Allon White, la clasificación y jerarquización de los diferentes lenguajes artísticos y literarios, la de sus autores, las de las formas y los distintos comportamientos psíquicos y performativos que puede adoptar el cuerpo humano y los espacios geográficos que habita, conforman una jerarquía que corre pareja y se asocia a la que se establece en el orden económico y social, siendo las clases socioeconómicas dominantes quienes definen esta jerarquía simbólica en la que “lo alto”, lo de arriba, se identificaría con la cultura de la élite, y “lo bajo”, lo de abajo, con la cultura popular.

Sin embargo, como también han señalado Stallybrass y White, estas construcciones binarias al mismo tiempo que se construyen se deforman. “Las categorías culturales de ‘alto’ y ‘bajo’ no son nunca enteramente separables” . Se produce lo que ellos llaman “transcodificaciones” y “desplazamientos” entre un campo y otro. Procesos de contaminación que tendrían su origen, por un lado, en la fuerte atracción que lo normativo o codificado siente por lo que, al menos aparentemente, no lo está; por otro, porque como ha señalado Mark Fischer3   aquellas culturas populares que gozan de consistencia e inteligibilidad, están tachonadas de espectros que las preceden o las rodean. Huellas que, si se rastrean, nos conducen a textos, músicas, literaturas, imágenes que aparecen como inscritas en el arte, el lenguaje o el pensamiento “elevado”. 

Y es que, en efecto, si el arte mayor se asocia al método, la razón y a lo bello, mientras que el menor se vincula al deseo, al exceso y a las fobias que este conforma, sería, sobre esta atracción de lo alto por lo bajo sobre la que se construye ese espacio de intercambio, solapamiento e intersección, que contradice la estructura binaria “alto/bajo”, para dar lugar a otra de donde han surgido algunas de las expresiones artísticas más ricas de la cultura moderna y contemporánea. 

Podríamos decir, que los géneros narrativos considerados menores por los que circula la cultura popular; los lugares, identidades grupales, comunidades periféricas de donde surge; los cuerpos excéntricos, migrantes, en tránsito por los que se expresa, permiten la agitación del deseo y apunta hacia una acción, que, como diría Alain Badiou, contrariamente a lo que busca la cultura académica, no persigue instruir al sujeto, sino que lo cuestiona y transforma. Lo que le aporta una característica más: su dimensión política. 

La llamada cultura popular, en definitiva, reemplaza la inmovilidad de la obra por el movimiento de la vida, y es precisamente en esta capacidad donde reside su poder de seducción y potencia. 

Esta segunda edición del Campus Polígono Sur, se propone indagar en este debate mediante una serie de conferencias que permitan adentrarse en la comprensión de algunas expresiones de las llamadas culturas populares, en sus zonas de fluctuación, conexión y de antagonismo con otras experimentaciones que se han dado y se dan en la cultura contemporánea. Y al mismo tiempo, se convocan unos talleres con el objetivo de producir trabajos, proyectos, acciones que cuestionen las visiones consensuales y estereotipadas que tenemos sobre la cultura; que rompan con los modos de acercamiento tradicional; que construyan procesos de “inversión simbólica”, es decir, “ (…) que contradigan, deroguen, presenten una alternativa a los códigos culturales, los valores y las normas comúnmente mantenidos” 4

El Campus se desarrolla en el Polígono Sur, un territorio social, económica y geográficamente periférico de la ciudad de Sevilla, cuyo peso simbólico no se corresponde con su situación marginal. El Polígono Sur confirma la cita que encabeza esta presentación: “Lo que es periférico socialmente suele ser central simbólicamente”.  Por esto, se constituye en un lugar privilegiado donde estudiar y ensayar los intercambios que se producen en las culturas contemporáneas: entre el rechazo y la atracción, la integración y la exclusión, la normalización y la transgresión… Cruces y conflictos que señalan que lo que llamamos cultura -ya sea de masas o elitista, popular o académica- no es algo unitario, compacto, que está situado en un lugar u otro, sino que oscila, se mueve, establece nuevas jerarquías, nuevos lugares de enunciación, conocimiento y creación. 

Someter a prueba esta tensión en una situación real: un Campus que se desarrolla durante un periodo de tiempo (marzo-abril de 2020); en un espacio (Factoría Cultural); inserto en un barrio (Polígono Sur) donde se pondrán en juego condiciones materiales de estudio, trabajo y creación, aconsejan que nos sirvamos de unas herramientas que se vinculen con la cultura de masas, las tradiciones populares, la emergencia política, la explosión de lo erótico, la contracultura, el cuestionamiento de los patrones estéticos, sociales, corporales imperantes. Y quizás sean las historietas, las estampas, las ilustraciones, la cartelería, las postales, los fanzines, el grafitti o los cómics las expresiones artísticas de las que mejor nos podemos servir para ensayar este acercamiento a la cultura visual, que pretendemos sea crítico en sus contenidos; horizontal, en cuanto las personas inscritas y sus lugares de procedencia; y productivo por los trabajos que genere.

El Campus se articula en tornos a dos ejes diferenciados, que su vez se interrelacionan. Uno, de carácter discursivo, que profundizará en textos, argumentos, hipótesis, ejemplos, casos de estudio … sobre los que sostener los vínculos y antagonismos de los que venimos hablando. Y otro, de carácter práctico, en forma de taller, del que surgirán trabajos realizados por los participantes que se acerquen a la realidad del Polígono Sur que, aunque ha generado una gran cantidad de imágenes, necesita levantar otras que rompan con los modos de acercamiento tradicionalEn su caso, los trabajos resultantes podrían ser publicados y/o expuestos en algunas de las salas expositivas de la ciudad 

El eje discursivo correrá a cargo de Pedro G. Romero y Ana Longoni. El práctico estará dirigido por Miguel Brieva y Guille Mongan. Junto a ellos un grupo de interlocutor+s o mentores invitad+s contribuirán a la dinamización de los debates y las sesiones de creación, prestando apoyo a las personas inscritas, con el fin de aunar y contraponer las narrativas generadas por los ponentes y directores de los talleres con las aportaciones, dudas y demandas generadas por los propios mentores y las personas inscritas.

El Campus, que requiere inscripción previa, está dirigido a artistas o estudiantes de arte, comunicación audiovisual, antropología, sociología o economía; activistas, movimientos sociales, productores culturales y público en general interesado en examinar las formas de hacer compatible las prácticas visuales con su contexto, y en discutir cómo este puede abrirse y reincorporarse a un mundo dominado por la normalización, jerarquización y estandarización de la subjetividad.

Joaquín Vázquez-BNV Producciones

Joaquín Vázquez

Joaquín Vázquez (Comisario)

Joaquín Vázquez es artista, comisario de exposiciones, director escénico, escritor y partícipe, en cierta medida, del amplio campo del flamenco. Su trabajo en estos años ha afirmado con rigor y constancia, por una parte, su fidelidad a los grandes relatos que inspiran su labor, desde Walter Benjamin a José Bergamín; y por otra, ha realizado algunas de las más agudas lecturas y producciones estéticas vinculadas con la cultura popular, no solo el flamenco, también con la cultura del carnaval o en la actividad del lumpen-intelectual en la que se inscribe.

Ponentes en esta edición

Pedro G. Romero

Pedro G. Romero es artista, comisario de exposiciones, director escénico, escritor y partícipe, en cierta medida, del amplio campo del flamenco. Su trabajo en estos años ha afirmado con rigor y constancia, por una parte, su fidelidad a los grandes relatos que inspiran su labor, desde Walter Benjamin a José Bergamín; y por otra, ha realizado algunas de las más agudas lecturas y producciones estéticas vinculadas con la cultura popular, no solo el flamenco, también con la cultura del carnaval o en la actividad del lumpen-intelectual en la que se inscribe.

Ana Longoni

Ana Longoni es escritora, investigadora del CONICET, profesora de grado y posgrado de la Universidad de Buenos Aires, en el Programa de Estudios Independientes del MACBA (Barcelona) y en otras universidades y comisaria de exposiciones (“El deseo nace del derrumbe”, MNCARS, Madrid, 2011 o “Con la provocación de Juan Carlos Uviedo”, MUAC, México, 2015). Trabaja sobre las cruces entre arte y política en la Argentina y América Latina desde mediados del siglo XX hasta nuestros días. Actualmente es la Directora de Actividades Públicas y del Centro de Estudios del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Guille Mongan

Guille es artista e historiadora del arte (FBA-UNLP), actualmente el máster de Historia del arte Contemporáneo y Cultura Visual del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y la Universidad Autónoma de Madrid. Forma parte desde 2012 del grupo Serigrafistas Queer, donde también coordina su archivo ASK y desde 2016 de Cromoactivismo. Trabaja como docente de la asignatura Arte Contemporáneo en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Plata, Argentina. Es miembro de la Plataforma de investigación, discusión y toma de posición colectiva desde América Latina. Red Conceptualismos del Sur. Trabaja de forma independiente en proyectos de arte, curatoriales e investigación.

Miguel Brieva

Miguel Brieva es un dibujante y escritor que ha cultivado todos los géneros que combinan la palabra y la expresión gráfica: cómic, humor gráfico, ilustración, animación, poesía visual y diseño gráfico. Aunque ha abordado una amplia variedad temática, en su producción destaca una preocupación continuada por las contradicciones de la sociedad industrial y el modelado del imaginario por parte de los medios de comunicación de masas, así como el aterrador deterioro social y medioambiental al que aboca el sistema capitalista al ser humano. En su trabajo más reciente hay un énfasis creciente por la proyección propositiva de escenarios alternativos, viables y sostenibles de organización humana, pues abunda en la certeza de que únicamente aquello que somos capaces de imaginar primero puede llegar a hacerse posible.

Mentores del 2º Campus Polígono Sur

Los mentores tienen como tarea dinamizar los debates, aterrizar conceptos, crear alianzas con el alumnado y facilitar la producción de las futuras obras.

Fotos del 2º Campus Polígono Sur

Programa de mano del 2º Campus Polígono Sur